El mirlo capiblanco (Turdus torquatos), es uno de esos pájaros que hace tiempo tenía en mi lista de deseos y que este año por fin he decidido ponerme en serio con él.
Y es que el mirlo capiblanco no es un pájaro "fácil". Su carácter desconfiado hace que salga disparado como un cohete ante la más mínima señal de peligro con un potentísimo vuelo.
Hay que irse a las tierras más altas del noroeste murciano, por encima de los mil doscientos metros de altitud para encontrarse con él. En esa fría y ruda tierra encontraremos una aceptable población de aves invernantes venidas del centro y norte de Europa.
Esto hace que las jornadas de hide sean especialmente duras. En ésta época donde las temperaturas caen por debajo de cero habitualmente y es raro el invierno que no cae una buena nevada.
Tal es así que el bebedero montado al efecto amanece totalmente congelado cada mañana, por lo que hay que ir preparado con una garrafa de agua caliente para descongelarla y poder iniciar la sesión con normalidad.
Pero bueno, como dice el refrán "palos con gusto no duelen", y es que estoy disfrutando mucho con estos y otros visitantes poco comunes en esta parte de la geografía peninsular y que iré presentando en próximas entradas.
A parte de la diferencia de plumaje entre machos y hembras, me llamó la atención las variaciones del plumaje entre los distintos machos, este en concreto se trata de un ejemplar de la subespecie Turdus torquatus alpestris, típica de los Alpes. Para mí uno de los más bonitos.
Hembra de capiblanco |
Y este es el plumaje típico de la otra subespecie Turdus torquatus torquatus. |
Excepcional trabajo, como siempre. El hobbie hecho arte. Maravillosas y acaso imposibles capturas las que saca esa Sony del escurridizo mirlo capiblanco. Claro, que en tus manos, todo es posible. Ya te imagino en el hide, titiritando de frío, esperando el momento oportuno, cumbre del rafagazo en el que fríes de instantáneas el objetivo que durante tantos días llevas con denuedo persiguiendo. Helado, aterido, transido, congelado, azulado, miras la pantalla y te sonríes porque esas tremendas capturas bien que ha merecido la pena todo el esfuerzo y estar a solo un grado del punto de congelación...ahhhh, ya me imagino en la especie de paraíso en el que ahora vives cuando el tiempo ya no supone para ti un problema. Disfrútalo...a ver cuando un día decides prescindir del bello desenfoque de tu Sony y te vienes con este trotalindes a darnos un paseo por ahí...enhorabuena amigo, precioso el mirlo capiblanco!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Montecristo, todo un halago leer tu texto, la verdad que tú también sabes hacer arte de las palabras.
EliminarUn abrazo.
Qué buena la de la lluvia.
ResponderEliminarMuchas gracias Éric, me alegra que te gusten.
EliminarUn saludo.
Magníficas!!! Felicidades
ResponderEliminarMuchas gracias Ana.
EliminarUn saludo.
Un gran reportaje, la especie una maravilla y las fotos toda una pasada.
ResponderEliminarSaludos y enhorabuena
Muchas gracias Jose R.
EliminarUn saludo.
Magníficas fotos de una especie que se me hace dificilísima. De hecho nunca he visto ninguno.Gran trabajo. Enhorabuena sobre todo por disfrutarlo. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Juampa.
EliminarUn saludo.
Una delicia de imagenes, se puede apreciar la librea de forma extraordinaria, saludos
ResponderEliminarMuchas gracias Javier.
EliminarUn saludo.