EL HACONCILLO DE LOS TEJADOS

   El Cernícalo Primilla (falco naumanni), el más pequeño de nuestros halcones fue, hasta mediados del siglo pasado un habitante frecuente de torres, cortijos, palacios y castillos situados en regiones dedicadas a la agricultura y la ganadería extensivas, en las que podía encontrar abundantes invertebrados con los que alimentarse. Las transformaciones sufridas por el campo español en las últimas décadas mermaron su hábitat y ocasionaron un acusado declive, aunque en los últimos años la situación de la especie parece haberse estabilizado, tras verse favorecida por numerosas iniciativas y planes de conservación.


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Las disputas de pareja por hacerse con el posadero, 
también se dan entre los cernícalos primilla.

La hembra menos vistosa que el macho

   La principal amenaza para la especie radica en la pérdida de su hábitat de alimentación, tanto en las inmediaciones de la áreas de cría como en las zonas de dispersión. Factores como la intensificación de las explotaciones agrícolas, los cambios de cultivos, el abandono de tierras o la urbanización de las áreas periurbanas son muy negativos para esta rapaz insectívora. A esto se une el uso masivo de productos químicos en el campo con la consiguiente pérdida de recursos alimenticios y la posible intoxicación de las aves. Por otro lado su tendencia a anidar en edificios antiguos expuestos a restauración, derribo o ruina puede provocarles trastornos durante la estación reproductora o incluso la pérdida de su hábitat de nidificación.

   Se ha comprobado también la competencia (sobre todo por grajillas, chovas piquirrojas y palomas domesticas), por los lugares de nidificación, como un factor de riesgo determinante para la especie.

Dos hermanos volantones esperan la llegada de sus padres con algún insecto para alimentarles.

En el noroeste de Murcia la población de la especie permanece estable con ligeros altibajos y una pequeña tendencia al aumento, dependiendo de los años. Esto es gracias a la actuación del grupo para la conservación de la Naturaleza CARALLUMA, que desde hace más de 25 años viene realizando labores de conservación de los edificios donde se localizan las colonias, adecuación e instalación de nidales, desinfección de los mismos, seguimiento, marcaje y anillamientos de ejemplares, trabajos de concienciación de los propietarios de las fincas y cortijos donde vive la especie, etc. 

Como en su día ocurrió con la re-colonización del buitre leonado en el noroeste murciano, espero que no caiga en el olvido, la gran labor que este reducido grupo de personas anónimas, viene realizando desinteresadamente desde hace décadas, en favor de la conservación de la Naturaleza en la región de Murcia.

IMÁGENES CEDIDAS POR CARALLUMA

Tejas-nido preparadas para su colocación 

Teja-nido una vez colocada en el tejado. El mismo año de su colocación
varias de ellas han sido ocupadas con éxito.

Anillamiento de los pollos