El sueño de cualquier fotógrafo de fauna, es poder fotografiar lo que solemos llamar “carroñada”, uno de los mayores espectáculos que se dan en la Naturaleza.
Si encima esto lo hacemos en el parque Nacional de Monfragüe, uno de los paraísos de las grandes rapaces de la península ibérica, el espectáculo puede alcanzar dimensiones épicas, cuando se concentran delante de nuestra cámara milanos negros, milanos reales, alimoches, buitres negros y buitres leonados, cuervos, rabilargos y otros pequeños comensales que se añaden a la fiesta.
Los siguientes en acudir a la cita, son los alimoches. Hasta siete ejemplares de diferentes edades se juntaron en torno a la carroña, un buen reclamo por su blanco plumaje, para que los grandes buitres, puedan divisar desde la distancia los restos del cadáver y decidirse a bajar al no percibir señales de peligro, cuando milanos y alimoches se posan confiados en el suelo.
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El buitre sabio, como lo llamó el gran Félix Rodríguez de la Fuente, es una de las pocas aves, capaces de utilizar herramientas. |
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Debido a que su pico no tiene la fuerza necesaria, solo puede acceder a las partes más blandas, hasta que los grandes buitres desgarren la piel del cadáver. |
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Este joven ejemplar (3º-4º año), presenta un plumaje de transición entre los juveniles y los adultos |
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El plumaje de los juveniles, (2º año), totalmente diferente al de los adultos. |
Qué maravilla de imágenes.. Las que están en pareja son un plus.. Enhorabuena..
ResponderEliminarUnas pasada, tanto por la variedad como por la calidad.
ResponderEliminarMe quedo con las que están dos en la rama.
Saludos.