Antonio Hernández Robles

Quiero agradeceros tanto a los seguidores como a los visitantes el que encontréis este Blog, como una forma de disfrutar del trabajo de campo que lleva a cabo este humilde fotógrafo y naturalista, con ello pretendo mostrar la Vida Salvaje y la Naturaleza que nos rodea, para así aprender a conocerla y a quererla, siendo este medio una manera de acercarnos a ella desde el punto de vista del naturalista, fotógrafo y amante del mundo animal.

Espero que disfrutéis y agradezco mucho la visita y los comentarios que algunos dedicáis a este trabajo.

Gracias.

viernes, 30 de septiembre de 2011

EL QUEBRANTA (Gypaetus barbatus)

Desde un tiempo ya muy lejano, cuando empecé en esto de la fotografía, esta era un ave que me tenía fascinado, no se si por su escasez, belleza, por ser un ave única en el mundo capaz de alimentarse solo de huesos. Tengo que reconocer que cada vez que veía una imagen del quebrantahuesos, sentía cierta envidia del fotógrafo que lo había tenido delante de su objetivo. El caso es que cuando planifiqué mis vacaciones de este verano en el parque Nacional de Ordesa, solo tenía una cosa en mente. Poder observar algún quebrantahuesos, aunque fuera muy lejos y con prismáticos.
Obtuve información de los lugares donde era posible observarlos (garganta de Escuaín, miradores de Rebilla, valle del Bujaruelo, etc).
Primer día de vacaciones, como dentro del parque está restringido el uso de vehículos a motor, nos preparamos para una larga caminata. Después de seis horas andando en pleno mes de julio, bajo un calor sofocante y sin ver ni un gorrión, nos paramos a descansar sentados bajo la sombra de un pino, sin darnos cuenta que Murphy con su implacable Ley estaba sentado junto a nosotros.
¡Que paisaje mas bonito! me comenta, ¡ponte que te hago una foto!
Me pongo en posición, mientras mi mujer encuadra con la cámara me dice, ¡mira lo que vuela por detrás de ti!, me giro y a menos de treinta metros, volando un enorme quebranta, planea muy despacio, como sintiendo curiosidad por observarnos. Me abalanzo sobre la mochila, mi mujer me dice toma la cámara, ¡eso es un 18-50 mm.! Le contesto, la artillería pesada está en la mochila, tiro las gafas al suelo, paso sobre ellas como una apisonadora, mientras saco el 400 mm. con la esperanza de que como buen buitre, volase en círculos dándome una segunda oportunidad. Y así fue pero ya mas lejano y mas alto, lo enfoco y tiro algunas ráfagas, pero después de recorrer 900 kms. Incauto de mí, tenía todos los parámetros del hide de las carracas, por lo que solo obtuve unas sombras oscuras y borrosas, que fueron a la papelera directamente. Gran decepción, pero al fin y al cabo lo había visto ¡y tan cerca!.
Esto marcó un poco lo que serían el resto de las vacaciones, pensaba que si el primer día
lo había tenido tan cerca, la oportunidad podría repetirse.
Al octavo día y tras permanecer varias horas bajo una red de camuflaje, y aguantando la mala fortuna de sentarme encima de un hormiguero, se presentó de nuevo, brindándome unos minutos inolvidables y este es el resultado.
Espero que os guste.
Este es el plumaje de un joven inmaduro.

Su nombre científico Gypaetus barbatus hace alusión a su aspecto corporal (del griego "Gyps": buitre y "aetos": águila y del latín "barbatus" debido a la barba que sobresale bajo su pico).


 El Gypaetus barbatus es la única ave osteófaga del planeta. Su nombre común, Quebrantahuesos, proviene de la particular técnica de romper los huesos tras lanzarlos desde el aire en zonas rocosas.

Cuando otras especies de buitres han hecho desaparecer las partes blandas, los quebrantahuesos acuden para alimentarse de los huesos. Cuando estos son demasiado grandes para poder tragarlos los agarra con sus patas y los deja caer en zonas rocosas para partirlos en fragmentos más pequeños que pueda ingerir. Esta práctica no es para comer el tuétano, como mucha gente cree, el quebrantahuesos ingiere el hueso entero, pudiendo tragar trozos de hasta 20 cm de longitud. Se estima que un 75% de su dieta se compone de lo que obtienen de los huesos de ungulados domésticos y salvajes. El resto lo componen pellejos y restos de carne.

La envergadura media de esta especie es de 2,5 m, aunque algunos ejemplares pueden alcanzar los 2,8 m. Su peso puede variar entre 4,5 y 7 kg. Lo que les permite una gran agilidad de vuelo, realizando acrobacias más propias de un águila que de un buitre.

La principal causa de mortalidad en el quebrantahuesos está asociada al uso ilegal de cebos envenenados, comprometiendo gravemente el crecimiento de la población española y su proceso de colonización de nuevas áreas, la transformación y pérdida de hábitat debida a la construcción de grandes infraestructuras en áreas de montaña, la colisión con las líneas eléctricas localizadas en zonas de montaña, la caza ilegal y los cambios de los métodos de explotación ganadera al ser sustituida la ganadería extensiva por la práctica intensiva de la estabulación, son por este orden las principales causas de la extinción del quebrantahuesos.






 

jueves, 1 de septiembre de 2011

LAS TABLAS DE DAIMIEL

¿A qué llamamos tablas? Son grandes charcas de agua de poca profundidad, de apariencia plana y serena. La escasa pendiente de la llanura manchega permitía el desbordamiento de los ríos formando tablas fluviales. Las de Daimiel eran las de mayor entidad por estar situadas en la confluencia del río Guadiana con su afluente Cigüela, aumentando la diversidad de animales y plantas.
En 1973 son declaradas Parque Nacional y en 1982 son incluidas en lista Ramsar de Humedales de importancia internacional como hábitat de aves acuáticas.
Hoy, con una superficie cercana a las 2.000 hectáreas, luchan por sobrevivir en medio de la aridez de la estepa manchega y el productivismo de las sociedades contemporáneas.
Situado entre los términos municipales de Daimiel (1.582 has.), y Villarrubia de los Ojos (346 has.) en la Provincia de Ciudad Real, en pleno centro de La Mancha, se encuentra este pequeño oasis Las Tablas de Daimiel. El más pequeño de los Parques Nacionales (con una zona de protección de 5.410 has.), y al mismo tiempo el mayor masegar de Europa Occidental.
Vista general de las tablas

Como consecuencia de la sobreexplotación de los recursos hídricos, Daimiel comenzó a secarse. La turba seca prende por autoignición o por la propagación de un incendio forestal cercano, como así ocurrió en 1988  y más recientemente en 2009. El incendio soterrado de 2009 se detectó el 26 de agosto. En noviembre de ese año, la situación era muy grave. El suceso ha llevado a las autoridades a transportar dos grandes tuberías que inunden el suelo del parque, pero parecen más que insuficientes. Un incendio soterrado
es muy difícil de controlar. Hasta diciembre-enero el incendio permaneció activo y pudieron verse fumarolas salir del suelo. Sin embargo, y a pesar de la sobreexplotación a la que están sometidos los acuíferos, el gobierno decidió el 29 de octubre de 2009 emplear los derechos de extracción de pozos de las fincas de su propiedad con el objetivo de controlar el fuego.
Ánade real o azulón hembra (Anas platyrhynchos)

Tras las abundantes lluvias del invierno 2009-2010, el Parque se volvió a inundar (1.232 ha a finales de enero), sin embargo diversas organizaciones ecologistas advirtieron de que la recuperación del parque aún queda lejos y pasa por la recuperación de los acuíferos.
El precioso Ánade rabudo (Anas acuta)

 La fama de las Tablas de Daimiel , se debe sobre todo a su avifauna. Muchas familias de anatidas y zancudas habitan aquí, pasan temporadas o hacen un alto en las tablas en sus migraciones.
 La abundancia de la fauna acuática permitía la presencia de algunas especies de mamíferos como la nutria, la rata de agua, etc. Y ya en terreno firme el jabalí, el zorro, el turón y la comadreja.
Tarro blanco (Tadorna Tadorna)
Una colonia de cigüeñas comunes en las inmediaciones de las tablas, sacan a sus crías adelante.
Un ánade real o azulón macho, posado sobre una de las pasarelas que cruzan el parque.
Cerceta carretona (Anas querquedula).
La hembra del Anade Friso (Anas strepera), reposa tranquila.
La Focha común (Fulica atra), atareada en dar de comer a sus dos pollos tallos de plantas acuáticas, sumergiendose para encontrarlas en el fondo de las tablas.
El pato colorao (Netta rufina), se da un buen "remojón", para tener su plumaje en perfectas condiciones.
La muy escasa y en peligro de extinción,  Malvasía cabeciblanca (Oxyura-leucocephala), como pato buceador, pillada justo al salir a la superficie, después de buscar su comida en el fondo de la laguna.
Otra Malvasía cabeciblanca con la luz del atardecer, adoptando la postura típica de cortejo hacia las hembras.(decir que estas fotos tienen bastante recorte debido a que nunca se acercó lo suficiente, por lo que la calidad de la imagen, puede no ser la deseada.
Aprovechando la cercanía a las tablas, podemos visitar el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera.
Atardecer en Las Lagunas de Ruidera.





































En una superficie de 4000 hectáreas se reparten dieciséis lagunas que escalonadamente forman cascadas y torrentes que van desde los primeros manantiales que emanan en la laguna Blanca hasta llegar a las lagunas bajas y el Pantano de Peñarroya. En primavera, el exuberante colorido de una abundante y variada vegetación, recibe a un innumerable número de aves acuáticas. El agua alcanza en esta época su máximo caudal y fluye de una laguna a otra formando en algunos casos pequeñas cascadas.