Antonio Hernández Robles

Quiero agradeceros tanto a los seguidores como a los visitantes el que encontréis este Blog, como una forma de disfrutar del trabajo de campo que lleva a cabo este humilde fotógrafo y naturalista, con ello pretendo mostrar la Vida Salvaje y la Naturaleza que nos rodea, para así aprender a conocerla y a quererla, siendo este medio una manera de acercarnos a ella desde el punto de vista del naturalista, fotógrafo y amante del mundo animal.

Espero que disfrutéis y agradezco mucho la visita y los comentarios que algunos dedicáis a este trabajo.

Gracias.

sábado, 28 de diciembre de 2013

LA CABRA MONTÉS (parte 2ª)


Continuación de la entrada dedicada a la cabra montés (capra pyrenaica hispanica).




 
Cámara Sony A580, Objetivo Sony 70-400 a 400mm. Exposición: 1/640 en F.5.6 ISO: 400, a pulso

Cámara Sony A580, Objetivo Sony 70-400 a 400mm. Exposición: 1/200 en F.5.6 ISO: 200, a pulso



Una madre amamantando a su cría a pesar de que tiene yá un notable tamaño

Las madres siempre muy atentas y tiernas en los cuidados de sus crías

Cámara Sony A580, Objetivo Sony 70-400 a 400mm. Exposición: 1/100 en F.5.6 ISO: 200, a pulso



Siempre vigilantes y con una vista y olfato privilegiados, eligen los lugares más inaccesibles, desde donde tienen una amplia visión de la zona.



jueves, 19 de diciembre de 2013

LA CABRA MONTÉS, (parte 1ª)

     Las dos siguientes entradas están dedicadas la la cabra montés (capra pyrenaica hispanica), subespecie que se encuentra en casi todo el territorio peninsular y que a diferencia de la (capra pyrenaica victoriae), no alcanza un tamaño de las cuernas tan impresionante. Aún así los machos adultos, poseen un porte espectacular, objeto del deseo de cualquier fotógrafo y desgraciadamente también de muchos cazadores.
     Este tipo de fotografía me resulta apasionante, ya que se requiere una buena forma física, para acceder a los lugares donde se encuentran, normalmente terrenos muy escarpados y grandes dosis de paciencia para conseguir acercamientos decentes, sobre todo en lugares donde se les da caza. A nuestro favor, esa curiosidad innata que poseen, que les hace dedicarte una miradita antes de dejarte atrás montaña arriba y que con un poco de habilidad, podremos aprovechar para obtener algunas tomas.

Cámara Sony A580, objetivo Sony 70-400 a 400mm. Exposición: 1/500 en F/5.6, ISO: 200, a pulso

Algunos jóvenes machos, hacen sus pinitos en lo que luego serán los espectaculares combates por hacerse con el mayor número de hembras.


Apareciendo de repente tras la espesa niebla
Cámara Sony A580, objetivo Sony 70-400 a 300mm. Exposición: 1/300 en F/5.6, ISO: 400, a pulso

Descansando mientras rumian el alimento previamente ingerido

Cámara Sony A77, objetivo Sony 70-400 a 400mm. Exposición: 1/320 en F/5.6, ISO: 400, a pulso

Cámara Sony A77, objetivo Sony 70-400 a 400mm. Exposición: 1/320 en F/5.6, ISO: 400, a pulso

Durante la época de celo, desde mediados de noviembre hasta finales de enero, este macho trata de seducir a una hembra con la postura típica de la especie

Tienen tanta agilidad que son capaces incluso de trepar a pequeños árboles para alcanzar las hojas más tiernas.

Cámara Sony A77, objetivo Sony 70-400 a 400mm. Exposición: 1/250 en F/5.6, ISO: 400, a pulso
Suelen encaramarse a grandes rocas desde donde pueden vigilar mejor su territorio


domingo, 8 de diciembre de 2013

ÁGUILA REAL ATACA MI CÁMARA

Hola amig@s: preparando una nueva temporada con las reales para este invierno, he cambiado la ubicación del hide y para saber que se cuece por el lugar, decidí colocar una cámara de fototrampeo. Consciente de lo recelosas que pueden llegar a ser, la camuflé lo mejor que pude entre la vegetación, dejando solo al descubierto la parte delantera. Repasando los vídeos grabados me he quedado pasmado con el comportamiento de esta águila.
Esta claro que no la percibe como un elemento peligroso, pues no se asusta (todo lo contrario), pero si sabe que ese artilugio no debería estar ahí y no le gusta.
No quiero ni pensar si decide agarrarlo con sus enormes garras y salir volando, (adiós cámara), no le hubiera costado ningún trabajo.
Verlo, no tiene desperdicio.