Antonio Hernández Robles

Quiero agradeceros tanto a los seguidores como a los visitantes el que encontréis este Blog, como una forma de disfrutar del trabajo de campo que lleva a cabo este humilde fotógrafo y naturalista, con ello pretendo mostrar la Vida Salvaje y la Naturaleza que nos rodea, para así aprender a conocerla y a quererla, siendo este medio una manera de acercarnos a ella desde el punto de vista del naturalista, fotógrafo y amante del mundo animal.

Espero que disfrutéis y agradezco mucho la visita y los comentarios que algunos dedicáis a este trabajo.

Gracias.

miércoles, 29 de agosto de 2012

EL AZOR


        Cuando decidí construir el bebedero, mi objetivo principal era fotografiar a esta bella rapaz, elegí un pequeño claro en el interior de un bosque, lejos de otras fuentes de agua y sabiendo que se encontraba dentro del territorio de una pareja de azores, ya que los había visto en ocasiones anteriores.
         Después de un par de días de duro trabajo para la construcción del bebedero y pasado un tiempo para que los animales se fueran acostumbrado a el, por fin llegó el día. Entre al hide antes del amanecer y cuando no había transcurrido ni una hora, con apenas luz y con los rayos del sol penetrando tímidamente por entre las ramas de los pinos, lo vi pasar por delante del hide, volando a ras de suelo, a no más de un metro de altura, sorteando los troncos de los árboles con la velocidad del rayo, para cuando ya creía que se marchaba, en un palmo de terreno o mejor dicho de aire, dar un giro de 90 grados para subir al posadero que le había colocado.
         Y este es el resultado de algunas tomas que pude hacerle a esta preciosa hembra.
Gracias por todas las visitas y comentarios.

Sony a77, 70-400 a 300 mm.  ISO 800, 1/200 seg. en f/5.6


Permaneció como media hora, bajando a beber y subiendo al posadero, marchándose y regresando al poco tiempo para volver a beber. La cosa pintaba bien y parecía que iba a ser pan comido. Pues bien, después de 10 o 12 sesiones más a lo largo del verano, a pesar de las tremendas olas de calor que nos han castigado, no se ha dignado a hacerme otra visita.... y estar está, porque solía verlo pasar o escucharlo casi todos los días, unas veces solo y otras acompañados de su tres hijos una vez estos abandonaron el nido.

Sony a77, 70-400 a 300 mm.  ISO 800, 1/200 seg. en f/5.6


Algo parecido me sucedió con sus tres hijos. Uno de los días bajaron al bebedero, permaneciendo casi todo el día, bebiendo y bañándose, para no volver a bajar en ninguna otra sesión.
Eso si, todos los días andaban por las ramas de los alrededores, reclamandole a sus padres comida, fui testigo de como aprendían a cazar, hasta que poco a poco se fueron independizando, pero eso ya será otra historia.......................

Sony a77, 70-400 a 300 mm.  ISO 800, 1/200 seg. en f/5.6

Por todo esto, está claro que para la fotografía de fauna, lo más importante es el trabajo, la constancia y la paciencia, hacer las cosas bien hechas y sin prisa, conocer bien el medio y los animales con los que vamos a trabajar, para una vez cumplidos estos requisitos, tener una pizca de suerte.

Los primeros rayos del sol, iluminan tímidamnete el fondo, compuesto de chaparros y alguna que otra encina pequeña, dando ese color verde-amarillento de las hojas.



Sony a77, 70-400 a 280 mm.  ISO 400, 1/100 seg. en f/5.6
Sony a77, 70-400 a 280 mm.  ISO 400, 1/100 seg. en f/5.6
Sony a77, 70-400 a 280 mm.  ISO 200, 1/60 seg. en f/5.6

Para finalizar un pequeño foto- montaje sobre la construcción de un bebedero en el monte.
Si decidimos acometer esta tarea, debemos tener presente que hay que asegurar el suministro de agua durante todo el verano, ya que durante esta época, las aves se habitúan rápidamente a visitarlo diariamente, siendo muy vulnerables en caso de abandonarlo repentinamente.
Caso de tener que abandonarlo, debemos esperar una vez pasados los rigores del verano, aprovechar una época de abundantes lluvias, para poco a poco ir dejando de suministrar agua, esto se puede hacer a lo largo de todo un mes, para ir acostumbrando a las aves buscar nuevos abrevaderos, de lo contrario podemos ocasionar una autentica desgracia y si no estamos seguros de poder mantenerlo, mejor no construirlo y aprovechar charcas naturales para realizar nuestras fotografías sin comprometer la vida de ningún animal.