Antonio Hernández Robles

Quiero agradeceros tanto a los seguidores como a los visitantes el que encontréis este Blog, como una forma de disfrutar del trabajo de campo que lleva a cabo este humilde fotógrafo y naturalista, con ello pretendo mostrar la Vida Salvaje y la Naturaleza que nos rodea, para así aprender a conocerla y a quererla, siendo este medio una manera de acercarnos a ella desde el punto de vista del naturalista, fotógrafo y amante del mundo animal.

Espero que disfrutéis y agradezco mucho la visita y los comentarios que algunos dedicáis a este trabajo.

Gracias.

jueves, 1 de septiembre de 2011

LAS TABLAS DE DAIMIEL

¿A qué llamamos tablas? Son grandes charcas de agua de poca profundidad, de apariencia plana y serena. La escasa pendiente de la llanura manchega permitía el desbordamiento de los ríos formando tablas fluviales. Las de Daimiel eran las de mayor entidad por estar situadas en la confluencia del río Guadiana con su afluente Cigüela, aumentando la diversidad de animales y plantas.
En 1973 son declaradas Parque Nacional y en 1982 son incluidas en lista Ramsar de Humedales de importancia internacional como hábitat de aves acuáticas.
Hoy, con una superficie cercana a las 2.000 hectáreas, luchan por sobrevivir en medio de la aridez de la estepa manchega y el productivismo de las sociedades contemporáneas.
Situado entre los términos municipales de Daimiel (1.582 has.), y Villarrubia de los Ojos (346 has.) en la Provincia de Ciudad Real, en pleno centro de La Mancha, se encuentra este pequeño oasis Las Tablas de Daimiel. El más pequeño de los Parques Nacionales (con una zona de protección de 5.410 has.), y al mismo tiempo el mayor masegar de Europa Occidental.
Vista general de las tablas

Como consecuencia de la sobreexplotación de los recursos hídricos, Daimiel comenzó a secarse. La turba seca prende por autoignición o por la propagación de un incendio forestal cercano, como así ocurrió en 1988  y más recientemente en 2009. El incendio soterrado de 2009 se detectó el 26 de agosto. En noviembre de ese año, la situación era muy grave. El suceso ha llevado a las autoridades a transportar dos grandes tuberías que inunden el suelo del parque, pero parecen más que insuficientes. Un incendio soterrado
es muy difícil de controlar. Hasta diciembre-enero el incendio permaneció activo y pudieron verse fumarolas salir del suelo. Sin embargo, y a pesar de la sobreexplotación a la que están sometidos los acuíferos, el gobierno decidió el 29 de octubre de 2009 emplear los derechos de extracción de pozos de las fincas de su propiedad con el objetivo de controlar el fuego.
Ánade real o azulón hembra (Anas platyrhynchos)

Tras las abundantes lluvias del invierno 2009-2010, el Parque se volvió a inundar (1.232 ha a finales de enero), sin embargo diversas organizaciones ecologistas advirtieron de que la recuperación del parque aún queda lejos y pasa por la recuperación de los acuíferos.
El precioso Ánade rabudo (Anas acuta)

 La fama de las Tablas de Daimiel , se debe sobre todo a su avifauna. Muchas familias de anatidas y zancudas habitan aquí, pasan temporadas o hacen un alto en las tablas en sus migraciones.
 La abundancia de la fauna acuática permitía la presencia de algunas especies de mamíferos como la nutria, la rata de agua, etc. Y ya en terreno firme el jabalí, el zorro, el turón y la comadreja.
Tarro blanco (Tadorna Tadorna)
Una colonia de cigüeñas comunes en las inmediaciones de las tablas, sacan a sus crías adelante.
Un ánade real o azulón macho, posado sobre una de las pasarelas que cruzan el parque.
Cerceta carretona (Anas querquedula).
La hembra del Anade Friso (Anas strepera), reposa tranquila.
La Focha común (Fulica atra), atareada en dar de comer a sus dos pollos tallos de plantas acuáticas, sumergiendose para encontrarlas en el fondo de las tablas.
El pato colorao (Netta rufina), se da un buen "remojón", para tener su plumaje en perfectas condiciones.
La muy escasa y en peligro de extinción,  Malvasía cabeciblanca (Oxyura-leucocephala), como pato buceador, pillada justo al salir a la superficie, después de buscar su comida en el fondo de la laguna.
Otra Malvasía cabeciblanca con la luz del atardecer, adoptando la postura típica de cortejo hacia las hembras.(decir que estas fotos tienen bastante recorte debido a que nunca se acercó lo suficiente, por lo que la calidad de la imagen, puede no ser la deseada.
Aprovechando la cercanía a las tablas, podemos visitar el Parque Natural de Las Lagunas de Ruidera.
Atardecer en Las Lagunas de Ruidera.





































En una superficie de 4000 hectáreas se reparten dieciséis lagunas que escalonadamente forman cascadas y torrentes que van desde los primeros manantiales que emanan en la laguna Blanca hasta llegar a las lagunas bajas y el Pantano de Peñarroya. En primavera, el exuberante colorido de una abundante y variada vegetación, recibe a un innumerable número de aves acuáticas. El agua alcanza en esta época su máximo caudal y fluye de una laguna a otra formando en algunos casos pequeñas cascadas.

















2 comentarios:

  1. muy buen reportaje unas fotos fantasticas un saludo

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  2. Interesante reportaje, gracias Antonio por aportar cultura medioambiental que tanta falta hace en esta España rural.

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